Bill Clinton, antiguo presidente de Estados Unidos, usó como lema para su campaña de 1992 “Es la economía, estúpido” en el que mostraba que en ese momento era lo más importante y no otras materias en las que estaba más focalizado su rival, George Bush padre. Ahora son las criptomonedas, bien sean privadas (Bitcoin, Ether, XRP etc) o públicas (CBDC) este tema viene siendo el único que se está tratando en los mercados financieros y son estos activos los que se han puesto patas arriba esta semana.
China prohíbe Bitcoin…Otra vez.
Sin duda alguna, la noticia más importante de la semana anterior fue el anuncio de China anunciando que prohibiría a sus instituciones financieras operar con criptomonedas. Esta noticia, empalmó directamente con las críticas de Elon Musk (que por cierto, su empresa no se desprendió de sus bitcoin, lo cual da que pensar) y provocó que las caídas de las criptomonedas, especialmente Bitcoin, fueran muy, muy acusadas.
Empecemos por partes, en numerosos artículos hemos comentado la tremenda importancia que tienen este tipo de anuncios sobre las criptomonedas. Al igual que se comentó con la prohibición de India (Los cuales ahora están retractándose, otra cosa que da que pensar) y posteriormente con el de Turquía, que un país anuncie una prohibición de este tipo tiene un impacto tan negativo sobre estos activos que el lector se puede beneficiar ampliamente, esperando unos mercados muy bajistas, como así ha sido en las tres ocasiones.
En concreto, Bitcoin ha llegado a caer hasta luchar por no perder los 35000 dólares, a lo que siguió una rápida recuperación y de nuevo, tras otro ataque del gobierno chino volvió a caer hasta estar por debajo de los 40000.
Esta enorme volatilidad es fruto de un temor generalizado por parte de los tenedores de estos activos que ante nuevas noticias actúan de una manera muy rápida y con ello creando oportunidades de ganancia, primero anticipando un mercado bajista y luego pudiendo comprar estos activos a un precio más barato. En la siguiente gráfica podemos observar el precio de Bitcoin la semana pasada.
Parecería propio de alguien que ha perdido el juicio seguir defendiendo a Bitcoin ¿no? Todo parece indicar que la moneda está sentenciada de muerte ¿Pero es realmente esto así? ¿Existen detrás de estos argumentos algún tipo de razonamiento?
Seguramente usted, lector, no haya hecho más que oir hablar acerca del fin de esta criptomoneda, sin embargo, desde este análisis, le invito a reflexionar y a darle una información fruto de años de estudio de esta criptomoneda, que generalmente no suelen proporcionar desde los medios convencionales.
Lo primero, y lo más sencillo del análisis es observar el precio de esta criptomoneda frente al precio que tenía, por ejemplo, un año antes. Bitcoin ahora mismo está cerca de los 40000 dólares, mientras que a estas alturas del año en 2020 ni siquiera superaba los 10000, con estas cifras anunciar que la burbuja ha reventado y la criptomoneda está hundida, es cuanto menos, imprudente.
Segundo, China ha anunciado en numerosas ocasiones la prohibición de las criptomonedas y el establecimiento de férreos controles para impedir a los agentes económicos chinos comerciar con ellas.
El primero, en 2013, posteriormente vinieron otras nuevas regulaciones y amenazas en 2017.
Desde los máximos de 2017 hasta diciembre de 2018 ¿Sabe usted cuánto cayó Bitcoin? Un 84%, perdió prácticamente todo, hasta caer a los 3000 dólares, para presenciar apenas unos años después un ascenso a los 65000 dólares. No de por muerto a la criptomoneda hasta que no esté enterrada, el largo plazo pone a cada uno en su sitio.
Pero ni de lejos esta ha sido la única corrección que ha sufrido a lo largo de la historia, en la siguiente imagen puede observar todas y cada una de las correcciones que ha vivido desde su nacimiento.
Tercero, una de las razones por las que el precio cayó tan rápido fue por la oleada de liquidaciones de futuros que se produjeron (como se puede ver en la siguiente imagen). Además, muchas ventas se hicieron con pérdidas ¿Qué quiere decir esto? Pues que han vendido los que compraron a un precio superior a 35000 dólares, es decir, los más nuevos (Young whales) y que da a entender que sus únicos motivos eran especulativos.
Cuarto, China es el país que más ha avanzado en el lanzamiento de su propia criptomoneda (CBDC por sus siglas en inglés) y por tanto no le interesa una competencia contra las criptomonedas privadas, las cuales pueden hacer que el Yuan Digital pierda parte de su valor si los agentes económicos deciden no comerciar con ella.
Con toda esta información, no quiero crear una opinión al lector acerca de un Bitcoin inmortal o su supremacía, lo que intento es, darle toda la información posible para que no se deje caer en los tópicos y las vanas expresiones que acusan a Bitcoin a día de hoy de ser una burbuja que ha estallado y que su fin está cerca. Esto es terriblemente falso, puede que algún día pierda toda su relevancia (nadie puede predecir el futuro) pero sin duda este sería un proceso que tardase muchos en producirse, por lo tanto, ante las afirmaciones que se vierten desde todos los lugares de internet, lo único que se debe hacer es wait & see, el tiempo es el único juez que determinará.
No todo es Bitcoin: Cardano supera a Binance Coin como cuarta criptomoneda.
En el resto de las criptomonedas, sólo Cardano parece haber recibido buenas noticias, al superar a BNB como cuarta criptomoneda y estar ya solo por detrás de Tether, Ether y Bitcoin.
Para el Ether, esta semana también ha sido horrible, estando cerca de llegar a los 2000 dólares debido a las noticias de China que habían hecho caer a las criptomonedas, bajando su capitalización desde los 479.000 millones de dólares que tuvo en su máximo hasta los 281.000 actuales.
Mientras tanto, el XRP sigue el mismo camino, cayendo en un solo día un 17% y siendo su capitalización actual la mitad de lo que había tenido en los máximos.
El oro sigue subiendo.
Ante la escalada bajista de las criptomonedas, y el aumento de la inflación en Estados Unidos, el oro ha vuelto a ser el elegido como la reserva de valor para muchos agentes económicos que desean protegerse de este entorno de expectativas de altas subidas de precios.
Actualmente está unos dólares por debajo de la barrera psicológica de los 1900.
Personalmente creo que la superará sin problema y volverá a alcanzar los máximos históricos de estar por encima de los 2000, sobre todo a corto plazo, donde cada noticia nueva de las criptomonedas y, en particular Bitcoin (oro digital), las hace caer debido a la gran volatilidad que a día de hoy presentan estos activos. Sin embargo, al oro lo avalan más de 2000 años de historia siendo utilizado como moneda que preserva su valor en el tiempo.
Además de expectativas de inflación, inversiones tradicionalmente conservadoras como los bonos del estado, saldrán perjudicadas de este entorno, de hecho, muchos ya están cayendo (subiendo sus yields, que es la inversa del precio) y saldrán mucho más si los bancos centrales actúan subiendo los tipos. Ese flujo de inversiones conservadoras puede acabar en el oro ante la posible caída del precio de la renta fija.
¿Qué nos depara esta semana?
El ojo va a estar fijado en Europa esta vez.
Después de los datos de inflación de Estados Unidos, se especula con la subida de precios en Alemania y Europa tiene que analizar si eso se producirá sólo en el país germano o se extenderá al resto de economías. Es Francia la que va a presentar esta semana sus datos de inflación, al tener una economía más débil que la alemana no se esperarán datos tan elevados como ahí o EEUU pero en el caso de que se produjesen, podrían poner en jaque al BCE, que tendría que pensar seriamente en retirar los estímulos, a no ser que el objetivo de esta institución sea llevar el oro por encima de los 2000 dólares.
Mientras tanto, en Alemania, se anunciará los datos de producto interior bruto de lo que llevamos de año y nos dará una idea de la situación económica y su salud, sabremos qué efecto ha tenido el comienzo de la vacunación en la economía y podremos intuir el camino que llevará en el futuro.
En Europa se anunciarán los datos de confianza del consumidor y de los productores industriales, una de las mejores fuentes de información para medir la situación económica en la que se encuentra el conjunto de los países que conforman la Unión, no hay mejor termómetro para una economía que preguntarle directamente al que produce y al que consume, porque estos nunca se equivocan.